Relación entre el vértigo y los problemas bucodentales
El vértigo y los problemas bucodentales tienen mucha relación. La falta de cuidado en la boca puede ocasionar no solo problemas dentales, sino que puede afectar a nuestra salud en general y a la aparición de diversas patologías. Te informamos de en qué consiste el vértigo, qué nexo tiene con la salud bucal y cómo prevenir el bruxismo.
El vértigo: ¿En qué consiste esta sensación?
Comúnmente, se describe al vértigo como una sensación de mareo. La persona siente temor e inseguridad, porque, a pesar de estar consciente, no puede contener el desplazamiento involuntario, desequilibrio y desvanecimiento.
Suelen asociar la sensación de vértigo con una mala salud en los dientes y la obesidad; no obstante, esta sensación es producto también de problemas en la articulación temporomandibular (ATM).
El vertigo y los problemas dentales: ¿Qué relación tienen?
Todo nuestro cuerpo funciona como un sistema concatenado. En ese sentido, la articulación temporomandibular (ATM) actúa de nexo coordinante entre la mandíbula y el cráneo. Esta articulación, al encontrarse junto al hueso temporal, tiene una conexión directa con el oído, el órgano que controla la estabilidad y el equilibro en el cuerpo. Por ello, cuando la ATM presenta anomalías altera su unión, ocasionando la sensación de vértigo.
Existen muchas causas de la disfunción temporomandibular. Te presentamos las más comunes:
- El bruxismo.
- El estrés y la tensión emocional.
- Fracturas, desgarros o roturas en la articulación.
- Maloclusión: Una mala alineación dental que nos impide encajar a la perfección la mordida inferior y superior.
- Tratamientos dentales mal realizados, como la pérdida de piezas dentales innecesarias.
El bruxismo: ¿en qué consiste esta patología?
Es la alteración más común en la ATM. Consiste en apretar y rechinar los dientes mientras dormimos. Generalmente, está asociado a los trastornos del sueño, la apnea del sueño y el estrés o ansiedad severa.
La fricción constante entre las piezas dentales altera el nexo que tiene la mandíbula con el oído y conlleva dolores musculares severos, lo que genera, como consecuencia, la alteración del equilibro. La cirugía maxilofacial y el diseño de férulas de descarga son técnicas que contribuyen a evitar mayores daños. No obstante, es necesario contar con el diagnóstico de un especialista.
También te puede interesar: ¿Por qué tengo los dientes amarillos y cómo evitarlo?
Tratamientos contra los problemas bucodentales
Los tratamientos contra el bruxismo y las demás patologías de la ATM varían de acuerdo a la situación de cada persona. Existen dos formas de abordarlos:
Tratamientos conservadores:
- Férulas de estabilización: Estos dispositivos médicos sirven para modificar la estimulación sensorial y reducir su actividad. Ello ocasionará en el paciente la disminución de la presión mandibular y atenuará el dolor muscular.
- Fisioterapia: Favorece la calidad de vida de los pacientes al brindar relajación. El paciente tendrá menor estrés y tensión emocional.
Tratamientos quirúrgicos:
- Reemplazo de articulaciones: Se aplica en los casos en que la patología produce gran incapacidad funcional y los tratamientos conservadores no son efectivos. El tratamiento sustituye la articulación por una prótesis artificial.
- Cirugía abierta: Se da en situaciones severas, cuando la articulación, además de tener anomalías, presenta un tumor. Por ello, el médico realiza una cirugía abierta para tener acceso al interior y extirpar el tejido dañado.
- Artrocentesis: Este tratamiento consiste en eliminar todas las partículas inflamadas para analizarlas y lubricar la estructura dañada mediante inyecciones intraarticulares que contienen analgésicos.
- Artroscopia: Es un tratamiento para las zonas focalizadas. Consiste en introducir una cámara intraarticular (artroscopio) que permita examinar la articulación y retirar el tejido inflamado de la estructuras dañadas.
La clínica dental en Las Rozas puede realizarte un diagnóstico especializado. Los dentistas podrá implementar desde una dieta balanceada en casos leves hasta el uso de analgésicos o dispositivos bucales que eviten las fricciones dentales.