Qué hacer con las muelas del juicio
¿Recuerdas el dolor que sentiste cuando te empezaron a salir los dientes cuando eras pequeño? Han pasado muchos años y ahora puedes padecer un dolor insoportable por el surgimiento de unas piezas dentales que por años estaban escondidas: las muelas del juicio, también conocidas como «terceros molares».
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Lo que necesitas saber sobre los terceros molares
Existen muchos paradigmas y dudas sobre estas muelas. A continuación, abordaremos algunos de estos aspectos que necesitas tener claros para saber qué hacer cuando sientas dolor intenso en estas piezas dentales.
¿Dónde surgen estas muelas?
Si abres tu boca, puedes ver las muelas, ubicadas al fondo y en dirección al resto de los dientes. Pero al último puedes percibir piezas que necesitan surgir o quizás ya están empezando a hacerlo. Estos son los terceros molares. La mayoría de las personas tenemos cuatro de estos dientes, dos en la parte superior de la mandíbula y otros dos en la inferior.
¿Son siempre dolorosas?
Cuando escuchas hablar sobre los terceros molares, quizás te venga a la mente el procedimiento doloroso de la extracción. Pero no siempre es así, ya que en algunos casos estas piezas surgen en la dirección correcta y están debidamente alineadas con el resto de los dientes. Cuando esto ocurre, no hay dolor alguno y únicamente debes asearlas a diario.
Cuando no hay suficiente espacio para que estos dientes broten es cuando sí provocan dolor, hinchazón e incluso lesiones en el resto de los dientes. Los síntomas comunes de los problemas con los terceros molares son:
- Sangrado e irritación al cepillar la zona afectada.
- Dolor en la mandíbula.
- Dificultad para abrir la boca.
- Sabor amargo en la boca.
- Problemas al masticar.
Como los terceros molares se encuentran en una zona de difícil acceso, están expuestos a la caries. Por esta razón debes ser más higiénico con tu boca cuando tengas este problema. La falta de atención clínica puede dar lugar al surgimiento de quistes en casos extremos.
Si presentas estos síntomas, debes acudir con tu dentista de confianza.
¿Cómo puedes atender tus terceros molares?
- Pide a un dentista que revise tu dentadura cada seis meses. Esta práctica ayudará a detectar a tiempo los problemas molares y escoger el tratamiento menos doloroso posible.
- Enjuaga tu boca con agua ligeramente caliente y una cucharada de sal. Repite esta operación cuantas veces lo necesites, la duración debe ser de treinta segundos a un minuto. Así podrás disminuir el dolor.
- El ibuprofeno es un analgésico ideal para usarse en caso de sentir dolor en las muelas. A pesar de ser un medicamento de libre venta, debes tener cuidado con las sobredosis. Acude antes a un profesional.
- Si es necesaria la cirugía dental y usas analgésicos como la aspirina y el ibuprofeno, recuerda informárselo al médico antes del día programado. Seguramente te solicitará la suspensión de dichos medicamentos durante algunos días a fin de no estorbar la función coagulante de las plaquetas en tu sangre.
- Sigue oportunamente las indicaciones de tu dentista el día de la operación. Evita el consumo de bebidas calientes o alimentos difíciles de masticar. Este consejo es oportuno incluso después de la cirugía, así podrás volver a tus actividades normales y disfrutar de tus comidas favoritas.
- Si te retiran las muelas de un solo lado, no renuncies a las revisiones dentales. Debes estar al pendiente del desarrollo del resto de los terceros molares, puede ser que a futuro necesites retirar otras piezas.
Las muelas merecen cuidados especiales, pero cuando representan una molestia dolorosa tienes que retirarlas. Agenda una cita con un verdadero especialista en atención molar y protege tu dentadura con el mejor tratamiento disponible.
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