El hilo dental, básico para mantener una buena higiene bucal
El uso del hilo dental en la limpieza de tu boca es la mejor manera de combatir la placa. La combinación del cepillado de dientes y el uso de hilo dental te ayudará a prevenir las caries y diversas enfermedades periodontales.
¿Cuáles son las ventajas de utilizarlo?
Existen razones específicas para utilizar el canutillo, entre las que destacamos las siguientes:
1. El uso de esta herramienta de limpieza te ayudará a remover la placa, una película pegajosa que se aloja entre los dientes; se trata de una bacteria que se alimenta del resto de alimentos que queda en tu boca, y, cuando lo hace, desprende un ácido que es capaz de afectarte, provocando diversas enfermedades dentales.
2. Te ayudará a remover todos los residuos de comida que se encuentren alojados entre tus dientes, previniendo así enfermedades dentales y mal aliento.
3. Su uso diario incrementará la posibilidad de mantener tus dientes limpios, disminuyendo así las opciones de desarrollar caries y contraer enfermedades en las encías.
¿Cómo utilizarlo?
Saber utilizar esta herramienta de higiene bucal será sinónimo de éxito en nuestro cuidado. Por eso, te ofrecemos algunos consejos básicos para utilizarla correctamente:
1. Corta un pedazo de alrededor de 50 centímetros de largo y enrosca los extremos en los dedos medios de cada mano. Deberán quedar aproximadamente 5 centímetros en medio de las manos.
2. Con el hilo ya entrelazado, realiza movimientos a un lado y a otro, haciendo un zig-zag, en dirección a la encía. El movimiento tiene que ser lento y con cuidado, ya que si lo realizas en forma abrupta lesionarás tu encía y sangrarás.
3. Una vez que llegues a la encía, limpia con movimientos suaves todo residuo de placa que se haya acumulado allí. Repite este proceso cuantas veces sea necesario.
4. Asegúrate de curvar un poco el hilo para lograr llegar hasta la base de cada diente. Si lo logras, pasarás justo por debajo de la encía y limpiarás mejor. No fuerces demasiado el hilo porque podría cortar lo que encuentre a su paso.
5. Repite estas recomendaciones en cada uno de tus dientes.
6. Una vez que hayas terminado, enjuaga bien tu boca para eliminar los restos de alimentos y placa que pudieran haber quedado. Puedes hacerlo con agua corriente o algún enjuague que deberá contener flúor y estar libre de alcohol.
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Tipos de hilos
Existen diferentes tipos de hilos: con cera o sin ella, saborizados o sin sabor, y de diferentes tamaños. Todos y cada uno de ellos te ayudarán a limpiar y lograr el objetivo de mantener tus dientes libres de placa. Podemos encontrar hasta tres tipos de ellos:
Seda dental: puede tener seda o no tenerla y es el que más comúnmente se utiliza. Cuenta con una pequeña superficie plana y es perfecta para aquellas personas con espacios interdentales normales. Consíguela con flúor.
Hilo dental: con o sin cera, este tiene una pequeña redondez en su superficie. Cuando lo utilices, deberás tener cuidado ya que tiende a deshilacharse y esas hebras que quedan entre tus dientes te pueden causar molestias posteriores.
Super floss: especialmente creado para aquellas personas con tratamientos anteriores de ortodoncia, tales como puentes fijos o aparatos.
No olvides que la limpieza dental con hilo de seda no debería ser dolorosa. Por eso, si detectas algún dolor, acude a tu dentista. Es normal sentir cierta incomodidad al comenzar el proceso, pero con disciplina y constancia lograrás que tu limpieza dental sea la correcta para evitar problemas graves.