Anestesia en odontología: cuándo se utiliza y cuáles son sus efectos

anestesia en odontología: cuándo se utiliza y cuáles son sus efectos

Anestesia en odontología: cuándo se utiliza y cuáles son sus efectos

Actualmente la anestesia en odontología ha avanzado increíblemente, en este nuevo siglo se han incorporado una gran variedad de técnicas y procedimientos con nuevas tecnologías. Esto puede representar una disminución del impacto invasivo de las cirugías y de los procedimientos en las diversas áreas, como: ortodoncia, implantes, odontopediatría y el resto de las especialidades. La utilización de la anestesia local en Odontología disminuye enormemente la posibilidad de inflamación y dolor posterior a los procedimientos. Veamos qué beneficios ofrece y por qué es una buena idea utilizarla siempre que sea necesario.

Qué es la anestesia y cuál es su propósito en Odontología

Básicamente, la anestesia consiste en un grupo de elementos que se encargan de inhibir la transmisión de los impulsos nerviosos en los tejidos de la boca, esta propiedad evita el dolor y la sensibilidad durante los procedimientos quirúrgicos y de rutina para garantizar la comodidad del paciente. La anestesia es un producto que se utiliza usualmente durante procedimientos que involucren la exposición de la dentina o la pulpa ya que se incrementa la posibilidad de sufrir sensibilidad y dolor intenso.

En caso de que desees hacerte un procedimiento estético como el diseño de sonrisa o la gingivoplastia, en una clínica dental en Las Rozas, tener en cuenta que la anestesia local será tu mejor opción para sentirte cómodo dentro del consultorio y durante todo el procedimiento. La anestesia local es totalmente reversible, por lo que es una herramienta que se utiliza con frecuencia ya que no supone ningún riesgo para el paciente.

Tipos de anestésicos locales que se usan con frecuencia

En el ámbito odontológico existen muchas versiones de la anestesia local que varían en intensidad y según su periodo de acción.

  • La más utilizada es la anestesia infiltrativa, que se aplica con una jeringa y que puede contener diversos componentes según los requerimientos del paciente.
  • También se utiliza la anestesia tópica, que consiste en un gel que tiene la capacidad de inhibir los impulsos nerviosos de la mucosa bucal y que además tiene un efecto mucho más corto que las demás versiones.
  • Existen otras forma de aplicar la anestesia local y es mediante el uso de inyectores a presión. Estas distribuyen el líquido a altas velocidades a través de los orificios del inyector y se depositan en el tejido subcutáneo de la cavidad oral; atravesando la epidermis y la mucosa bucal. De esta forma el proceso de aplicar la anestesia es totalmente indoloro.

Componentes de los anestésicos

  • Lidocaína: es el componente que evita la propagación de los impulsos nerviosos en la mucosa bucal y en la zona intracoronal.
  • Epinefrina: tiene el propósito de producir la contracción de los vasos sanguíneos disminuyendo la velocidad de la anestesia dentro del organismo.
  • Metalbisulfito de sodio: es el componente que prolonga la acción del anestésico en el organismo.
  • Edta disódico: cumple con la función de diluir el anestésico.
  • Cloruro de Sodio: tiene propiedades antiinflamatorias.
  • Ácido Clorhídrico: tiene el propósito de disminuir la permeabilidad de los canales iónicos al sodio.

Innovaciones actuales en el uso de anestésicos locales

Actualmente existen otras formas de aplicar anestesia local sin el uso de agentes traumáticos como las agujas y objetos punzantes. Uno de los métodos más efectivos para evitar el dolor y tratar anomalías de una forma mucho más eficaz y segura son las aplicaciones de láser terapéutico, que tiene el propósito de tratar:

  1. Hipersensibilidad
  2. Gingivitis
  3. Herpes
  4. Parestesias
  5. Neuralgias
  6. Trismus

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Es importante tener en cuenta que en odontología existe una gran variedad de opciones alternativas para evitar el dolor y las molestias durante los procedimientos que se realizan. De igual forma el anestésico deberá siempre ser aplicado por un odontólogo especialista que garantice la seguridad del paciente.